No hay una experiencia más bonita que la de bañar a tu bebé recién nacido. Es uno de los momentos del día más importantes para los padres, pero si eres padre primerizo también es un instante que puede causarte dudas y nervios.
Quédate tranquilo porque te vamos a dar los mejores consejos para que te sientas más seguro y solo te preocupes de disfrutar del baño de tu bebé, verás que es más sencillo de lo que piensas. Para ello permanece donde estás, porque en esta misma página te traemos todo lo que necesitas para que bañar a tu bebé recién nacido sea una de las experiencias más bonitas.
¿Cuándo bañar al bebé por primera vez?
Antes se bañaba a los bebés nada más nacer para quitarles los restos de vernix y otras sustancias con las que nacía. Sin embargo, se ha descubierto que es mucho mejor limpiarle su boca y sus ojitos sí hace falta y dejarle esta capa de unas 24 a 48 horas. Ésta le ayuda a regular la temperatura, aporta hidratación y elasticidad a la piel y la protege de microorganismos.
Así que, ten en cuenta que lo mejor para el recién nacido es esperar a que pasen un par de días desde su nacimiento para su primer baño.
¿Cada cuantos días se puede bañar a un bebé recién nacido?
Hay muchas opiniones de la frecuencia con la que hay que bañar a un recién nacido, pero nosotros te vamos a recomendar lo que aconsejan la mayoría de los pediatras y creemos firmemente que es lo mejor para el bienestar de tu bebé.
En realidad, para un recién nacido que lo bañes 2 o 3 veces a la semana es más que suficiente, siempre que mantengas limpia su zona del pañal, manos, cuello y su rostro. A menos que haya regurgitado o se haya manchado, el bebé no se ensucia mucho.
A partir del segundo o tercer mes de vida ya se podría hacer el baño con mayor frecuencia ya que las defensas de su piel estarán más desarrolladas. Ten en cuenta que los bebés son muy delicados y su epidermis también, por lo que un exceso de baños puede hacer que la piel de tu recién nacido se reseque.
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Recomendaciones para el baño de un recién nacido
- Elige el lugar de tu casa donde vayas a bañar al bebé, no importa si es en el baño o en una habitación, y prepara todas las cosas necesarias para el baño de tu peque. Ten a mano cerca todo lo que vayas a necesitar tanto durante el baño como para después: esponja, termómetro de baño, gel de baño, toalla o capa, cremita si la vas a utilizar, la ropita que le vas a poner al bebé después del baño. Y cualquier otro accesorio que utilicéis en vuestra rutina.
- Tenerlo todo listo y a mano hará que todo sea más sencillo y te enfoques solo en tu bebé y en lo importante, que es disfrutar de ese momento sin interrupciones. ¿no te parece?
- Antes de comenzar el momento del baño asegúrate de que la estancia donde bañarás a tu recién nacido está a una temperatura ambiente de unos 22 a 25 grados, una temperatura cómoda para él, y procura que tampoco haya corrientes de aire.
- El agua de la bañera se recomienda que esté entre 34 y 37 grados. La temperatura se puede comprobar tocando el agua con el dorso de la mano, la parte interior de la muñeca o el codo, aunque si quieres ser más preciso solo tienes que hacerte con un termómetro de baño, muy prácticos sobre todo al principio.
Técnicas para bañar a un recién nacido
Antes de que se le caiga el cordón umbilical a tu bebé, que pasará sobre la segunda o tercera semana de vida, la mejor opción para bañar a tu bebé será el baño de esponja.
Esta técnica de baño del recién nacido se hace hasta que caiga el cordón umbilical. Conviene que esté seco para una mejor cicatrización. Después de su caída se podrá sumergir al bebé sin problema alguno en el agua.
Te contamos los pasos para bañar un recién nacido con esponja:
- Este tipo de baño, aunque hay gente que lo hace encima del cambiador con una toalla arriba, es más cómodo hacerlo dentro de una bañerita con muy poca agua.
- El primer paso antes del baño es llenar la bañera o tina con agua dos o tres dedos de altura, y después comprobar que la temperatura es la adecuada.
- Una vez hayas hecho los pasos previos, mete al bebé cuidadosamente en la bañera. Si la tuya lleva un soporte especial para recién nacidos puedes apoyarlo sobre este y si no, sujétalo suavemente con tu brazo y que se sostenga bien su cabecita en tu antebrazo.
- Algunos pediatras aconsejan no utilizar jabón los primeros días, pero si lo haces que sea uno de lo más neutro posible, y siempre especial para bebés. Recomendamos lavar solo con jabón las partes del bebé que más se ensucian, el resto del cuerpo con agua sería suficiente.
- Cuando el pequeñín ya está dentro de la bañera coge la esponja y mójala. Empieza a lavar a tu bebé por las zonas más limpias en orden descendente. Primero la cabecita y la cara, después el cuello, la espalda y barriguita y por último los genitales y zona del pañal. Para esa zona utiliza un poco de jabón para bebés y luego enjuaga con agua limpia. La zona del pañal es recomendable limpiarla también antes de meterlo en la bañera para quitar posibles restos de pipí o caca y no contaminar el agua de la bañera.
Como has podido ver, estos son los mejores tips para bañar a un recién nacido y están basados no solo en la recomendación de los pediatras, sino en estudios que se han hecho y han sido confirmados por millones de familias.
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Una vez haya caído el cordón umbilical a tu recién nacido ya puedes darle baños en los que llenes un poco más la bañera y puedas mojarlo completamente.
Comprueba siempre la temperatura del agua antes de meter a tu bebé. Una vez dentro puedes seguir las mismas indicaciones del baño de esponja, lavándolo de arriba hacia abajo, pero sin el temor de mojar a tu bebé en la zona del ombligo. No le tengas miedo al agua.
¿Quieres utilizar un poco de jabón para bebé? Hazlo, pero recuerda, menos, es más. Con un poco es suficiente, no hay qué sobrecargar la piel del peque ya que durante las primeras semanas no lo necesita y podrías alterar la barrera de su piel.
Nunca hay que dejar al bebé solo en la bañera, aunque esta tenga un buen adaptador para bebé o no tenga casi agua. Debe de estar atendido en todo momento.
Más consejos para bañar a un recién nacido
Si tu pequeñín tiene lo que se llama costra láctea, (una descamación que le suele salir a algunos bebés en la cabeza), no te preocupes, es algo que desaparecerá con el tiempo, aun así, te damos unas recomendaciones que te ayudarán a eliminarla.
Utiliza un champú de bebé suave o específico para la costra láctea durante el baño y enjuaga bien. Después, cuando el peque ya esté vestido, pásale suavemente un cepillo de bebé de cerdas suaves. Pero ya te decimos que no le des mucha importancia a la costra láctea, al final acabará desapareciendo.
Después del baño envuélvelo con la toalla o capa de baño y colócalo en la superficie que lo vayas a cambiar. Sécalo con cuidado, dando toques de manera suave, nunca frotando, y presta atención a los pliegues para que no quede ningún resto de humedad.
No es necesario que le pongas crema o aceite hidratante diariamente, aunque puede ser un momento estupendo para darle un masaje y fortalecer vuestro vínculo. Recuerda utilizar productos lo más naturales posibles y suaves con la piel de tu bebé.
Con todos estos consejos ya tienes todo lo que necesitas saber. Un momento bonito y único te espera para crear los mejores recuerdos. ¿Estás listo? Seguro que sí.
